La política es un tema que divide cualquier sociedad básicamente porque el trasfondo de ella es gobernar en base a ideas verdaderas o falsas. Todo depende de la sociedad en que ésta se desarrolle. La política es un reflejo de las ideas y valores de una sociedad. Razón por la cual los políticos en el poder representan a la perfección a la sociedad a la cual gobiernan.

Para la región latinoamericana, la política de forma popular es el arte de la mentira. Por eso siempre hay una crisis.

En contadas ocasiones los más aptos se convierten en estadistas, es decir, esto es la excepción a la regla. Lo natural es que las sociedades escojan de entre sí mismos a los más grandes demagogos para que dirijan sus vidas.

Luego al poco tiempo los mismos votantes que eligieron a estos demagogos, son los mismos que estarán maldiciendo su elección, pero al poco tiempo volverán y elegirán a otro demagogo. Es la historia sin fin.

Sólo las personas inteligentes suelen cuestionarse realmente lo que lleva a una persona a querer dirigir la vida de las masas. Una forma inteligente que bien podemos emplear para distinguir a un demagogo de un hombre apto son las siguientes preguntas que deberíamos realizarles antes de votarlos:

¿Qué poder tiene usted?

¿Dónde lo obtuvo?

¿Ejercita el poder defendiendo los intereses de quiénes?

¿A quién rinde cuentas?

¿Cómo podemos hacer para deshacernos de usted?