A principios de esta semana, el sol hizo erupción con una gran explosión, lanzando partículas solares a millones de kilómetros en el espacio. El equipo de la nave espacial ESA/NASA Solar Orbiter dice que la explosión es la mayor erupción de prominencia solar jamás observada en una sola imagen junto con el disco solar completo.
Afortunadamente para nosotros aquí en la Tierra, la erupción del 15 de febrero de 2022 ocurrió en el otro lado del sol, el lado opuesto a nuestro planeta. Pero la ESA y la NASA predicen que es posible que haya tormentas geomagnéticas en los próximos días, ya que la región activa del sol responsable de la explosión gira hacia nosotros.
El evento fue capturado por varias naves espaciales, incluidas Solar Orbiter y STEREO A.
Una prominencia solar consiste en bucles de plasma de color rojo brillante, estructurados por líneas de campo magnético enredadas generadas por la dínamo interna del sol. Una prominencia en erupción ocurre cuando una estructura de este tipo se vuelve inestable y estalla hacia afuera, liberando el plasma. A menudo se asocian con explosiones de partículas cargadas llamadas eyecciones de masa coronal (CME), que si se dirigen hacia la Tierra, pueden causar estragos en nuestra tecnología espacial.
La evidencia de eso se produjo la semana pasada cuando SpaceX perdió hasta 40 de sus 49 satélites de Internet Starlink lanzados recientemente después de que estallaran varias CME. Las partículas solares afectaron la atmósfera de la Tierra, ‘inflándola’, por así decirlo, lo que dificultó que los satélites mantuvieran sus órbitas. En un comunicado del 8 de febrero, SpaceX dijo que «la velocidad de escalada y la gravedad de la tormenta hicieron que la resistencia atmosférica aumentara hasta un 50 por ciento más que durante los lanzamientos anteriores».
El sol definitivamente ha aumentado su actividad en los últimos meses, y este último evento del 15 de febrero eliminó dos cometas «sungrazer» que se acercaron al sol.
H. Dávila 